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Teobromina y cafeína: primas cercanas

Aunque son sustancias cercanas por sus componentes, en comparación con la cafeína, la teobromina cuenta con virtudes que la convierten en una gran alternativa frente a una taza de café, puesto que su efecto estimulante es más ligero y su acción es más prolongada como resultado de los tres grupos de metilo que lo componen.

Actualmente, México se considera el centro de origen del cacao, y a partir de él se producen otro tipo de bebidas tradicionales en el país, tales como el pozol, el tejate y el tezcalate. Los principales productores son Tabasco y Chiapas.

Las semillas de cacao se encuentran dentro de una mazorca de 30 cm, su sabor es amargo y su color oscila entre el blanco y el morado. El cacao pasa por un proceso de transformación en el que dichas semillas son endulzadas para obtener las distintas variedades de chocolate.

El efecto del cacao suele durar en el organismo de entre seis a diez horas de actividad, después de tomar una dosis; después de este momento, paulatinamente el efecto se diluye hasta en un 50%.

Su impacto puede ser similar a otras alimentos como la nuez de cola, el mate, el guaraná o el té.

Algunos beneficios del cacao y la teobromina

La teobromina es un gran diurético, por lo que evita la retención de líquidos y produce sensación de saciedad

Activa el metabolismo

Mejora la digestión

Mejora el movimiento intestinal

Es un ingrediente eficaz contra las caries

Mejora los ataques de asma y la tos

Auxiliar en problemas como dolores de cabeza, presión arterial alta o insuficiencia cardiaca

Precauciones en el uso del cacao

El consumo del cacao está prohibido para las personas con ácido úrico alto

En dosis altas de consumo, pueden aparecer efectos secundarios como diarrea y molestias gastrointestinales

El consumo del cacao no se recomienda para animales como perros y gatos

¿Estás buscando equilibrar tu alimentación y mejorar tu salud con un plan nutricional? Acércate a Bariatric Group México. ¡Nos encantará acompañarte en este proceso!

Fuentes

¿Qué es sensación de saciedad? ¿A qué se le llama hambre? ¿Cómo diferenciamos la falta de hambre de la falta de apetito? Todos ellos participan la forma de regular la alimentación y están influenciados por cuatro principales factores que a continuación enlistaremos.

Existen factores socioculturales, ambientales, biológicos y psicológicos que influyen en la alimentación.

Factores que influencian la alimentación

El apetito y la saciedad son indicadores nutricionales que no se pueden dejar de lado en cualquier evaluación clínica de un estado nutricional. Ambos están determinados por distintos factores como:

Factores socioculturales como la situación socioeconómica y estilo de vida.
Factores ambientales como el tamaño de las porciones, la apariencia y el sabor.
Factores biológicos como el contenido energético, las cantidades consumidas y señales hormonales.
Factores psicológicos como las creencias y expectativas de los alimentos, y el control voluntario del consumo.

El hambre y la sensación de saciedad

Hambre. Cuando existe una necesidad de nutrimentos, el hambre es la sensación fisiológica o psicológica -y muchas veces instintiva- que avisa al organismo que hay que comer.

Apetito. Es el deseo de comer o la necesidad de satisfacer el hambre fisiológica o psicológica.

Saciedad. Es el periodo que existe entre la satisfacción que otorga el estado de plenitud al comer -el “estar satisfecho” o la “sensación de saciedad”- hasta la aparición del hambre.

En muchos casos, los factores psicológicos son un factor clave en la influencia que tienen sobre la alimentación. Existen incluso trastornos en la saciedad y el apetito que están relacionados con ellos.

Tipos de hambre: fisiológica y emocional

Otro punto clave es conocer el tipo de hambre que propicia la ingesta de alimentos ya que éste se “forma” con el tiempo. Para ello, una de las principales recomendaciones es que frente al hambre física, se ofrezca al cuerpo alimentos con fibra, tales como frutas, verduras y leguminosas. No así, alimentos que contengan grasa y azúcares.

También existe un tipo de hambre que se desata frente a otras necesidades emocionales: se conoce como hambre emocional. Éste ocurre ante sensaciones de ansiedad o soledad, por ejemplo, y es muy frecuente en personas con sobrepeso u obesidad, y puede desencadenar a su vez, atracones constantes o enfermedades como la bulimia.

Atender a este tipo de pacientes requiere de un acompañamiento que les permita reconectar con sus señales de saciedad.

Cómo conectar con tu sensación de saciedad

Reflexiona sobre por qué estás comiendo. No sobre qué estás comiendo ni cómo o cuánto, sino por qué.

Antes de comer, considera si lo estás haciendo porque tuviste un antojo, por ansiedad o sólo como algo automático.

En algunos casos, podrías llegar a la conclusión de que lo que tienes es sólo sed, y no hambre fisiológica. En otros, hacer esta pausa podría ayudarte a elegir mejor lo que comerás.

Si consideras que necesitas conectar más con tu sensación de saciedad o mejorar tu forma de alimentación, en Bariatric Group México estaremos encantados de acompañarte en este proceso. Contáctanos.

Fuentes

https://definicion.de/saciedad/

https://www.unla.mx/blogunla/conoces-las-diferencias-entre-apetito-y-saciedad